martes, 11 de agosto de 2009

Un comienzo

8:42, Fifth Avenue.


Se posó delicadamente sobre aquel vehículo humeante, en un sutil movimiento, apenas perceptible, haciendo alarde de su dulzura, de su pequeña inmensidad. Segundos más tarde su diminuto cuerpo se alejó en el aire, bajo el impulso de sus bellas alas, dando paso al caos.


Y el ritmo frenético de aquella avenida repleta de coches volvió en sí, dejando atrás la serenidad de aquella mariposa, ya perdida en el tumulto.


8:43, El suelo de Okinawa se estremece.
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Vuela, vuela

Parpadea

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