miércoles, 12 de agosto de 2009

Patera

Ahi estaban, más o menos unas treinta personas africanas dentro de aquella barcaza. Pavor, cansancio, desesperación, frustración... quizá un ligero brillo de consuelo por estar en la orilla. Al fin en la orilla.
Quién sabe lo que han vivido, cuántos días han estado acicados ahi dentro, viviendo a saber qué calamidades. Frio, hambre, SED, sol ardiente. Es difícil imaginar qué horrible debe ser cada uno de esos viajes en los que esos seres humanos se embarcan. Y porqué. Para huir, huir de la depresión del no poder avanzar, del no tener qué darle a sus hijos en la boca, de la injusticia, de la angustia. Ni me aventuro a pensar en los sueños que tienen esas personas, pero estoy segura de que añoran cada segundo que pasan lejos de su tierra, que sufren por ello. La desesperación debe ser inmensa para embarcarse en un viaje con un billete sin destino asegurado. Quizá un viaje para deambular por las calles y malvivir en alguna nave abandonada. Tal vez para ser explotados en alguna plantación, o para pasar una semana en una comisaria y después.. después regresar forzados de nuevo al comienzo. O peor, un billete a la muerte. ¡Viaje al paraíso! ¡Pasen y vean! ¡Billete a la nueva vida! ¡A la tierra prometida! Qué ironía.

¿Y a quién le importa? En nuestro día a día, a NADIE. Porque vivimos ciegos en nuestra comodidad, felices en nuestra burbuja, ajenos al sufrimiento ajeno. Pero no es nuestra culpa! No, es de la sociedad, esa que nos educa con el principio básico del egoísmo. Del YO. Qué mas da, la sociedad, la sociedad.. suena tan lejano. Si no fuera porque la sociedad somos nosotros mismos,verdad?. Todos pecamos, sin excepción.

Los turistas les miraban, toda mi playa, sí. Una pequeña playa, en un lindo pueblecito en la costa de una reserva natural en el sur de España. Todo un lujo, un verdadero paraíso, siempre y cuando tengas dinero para pagar un exagerado alquiler por una semana en algún apartamento de este, tan querido, paraíso.
La gente les miraba con una mezcla de pena, lástima. Quizá de incomodidad, ¡Ya están los inmigrantes estos otra vez!, soltó un señor acomodado en su silla.

No sé cuántos murieron, qué será de ellos, qué sienten. Sólo se que cada día que paseo por los 500 metros que tiene mi playa y llego al extremo en el que descansa sobre unas rocas la barcaza, rota, se me encoge el corazón. Me acerco, la toco. Toco uno de los agujeros, y analizo las capas de las que se compone. Es grande, por la tele parecen más pequeñitas. Me alejo de nuevo, y veo las olas romper contra ella. Pero sigue inmóvil, bien anclada en las rocas, no parece querer irse, lleva una historia, repleta de pequeñas grandes historias. No, no va a moverse de ahi, está en esas rocas para recordarnos que el día de ayer no forma parte del pasado. Es, por desgracia, una pieza más del futuro.

Sigo caminando, mientras mis pensamientos dejan de lado el sufrimiento, y vuelvo a pensar en mi. Debería ponerme crema solar y quitarme los tirantes del bikini, luego me queda marca. No me gusta la marca del bikini, es fea. Qué ganas tengo de volver a Madrid. ¡Tengo que ver a mis amigos! Ir a cenar fuera. Salir de compras.


1 comentario:

  1. muy buena reflexion.

    En un mundo de mentiras no sirve de nada ser sincero, pues ser sincero es apoyar nuestras mentiras... Insignificantes son las personas que se acuestan tranquilos cada noche pensando que se les ha roto una uña y no pueden dormir, o aquellos que critican ''esta crisis'' que vivimos cuando hay lugares que llevan toda su vida en crisis... pero claaaaro, ahora somos los pobrecitos, los que unos cuantos de politicos y banqueros se llevan nuestra pasta solo por puros intereses, ahora nos volvemos mas humanos, que penita nos damos a nosotros mismo, demasiado triste si... Nuestra perdicion?? yo creo que ya tenemos fecha de caducidad, y por mucho que nos den la esperanza lo maximo que podemos conseguir es ralentizar nuestra escavacion hacia el muro de las lamentaciones. Entonces, ahora me pregunto, que hacer?? liberar nuestra conciencia con blogs o con textos que de verdad digan cosas dignas¿? nose dicen que una playa esta formada por millones de granos de arena, pero que yo sepa si la humanidad fuera una playa...... en fin... creo que las palabras hablan solas. No se, que hariamos nosotros si llevaramos el rumbo del planeta?? realmente este cambiaria??, si al fin y al cabo lo que buscamos es nuestra propia supervivencia(individualista). Bueno... sin mas preambulos la perturbacion es la muerte de toda mente civilizada.....

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